Lady of the Flowers

No vuela, no canta más.

Y esta ave sigue atrapada.

En uno de sus intentos por ser libre y volar sus plumas ya caídas están.

 

Y no come semillas en el campo y el color de sus alas se está desgastando con cada lluvia que sale de sus pequeños ojos.

 

Y esta dentro de unas rejillas construidas de dolor, observando a los transeúntes y a las demás aves extender las alas y planear.

 

Y que sería de esa Alondra que ya no lleva plumas color cafe, se le ven blancas de tanto llorar.

 

Ya no vuela en silencio, ya no vuela más ni siquiera recuerda que se le enjaulo por cantar.