La sombra de este amor que te persigue
a veces se detiene ya cansada;
mirando que se aleja la esperanza
que un día tu caricia la cobije.
Observa el horizonte sola y triste
y siente que la muerde la nostalgia;
que ingrata le lacera las entrañas
con esa tu actitud tan insensible.
Por ello su tristeza la transcribe
en éstas melancólicas palabras;
que llevan del anhelo lo sublime
cargado con las lágrimas del alma;
soñando de tu voz su claro timbre
que lleno de pasión mi nombre clama.
Autor: Aníbal Rodríguez.