la verdad es que sí que fragilidad la nuestra,
se nos está viendo y de qué manera el plumero.
Un apagón eléctrico y tiemblan nuestros cimientos,
esclavos de los gigas, de las pantallas, autómatas.
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Vamos en piloto automático,no hablamos casi nada,
sin electricidad ni internet el caos llega a toda España.
Si no podías cocinar era por la maldita vitrocerámica,
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Hay quien a tenido crisis de ansiedad, sin Instagram,
en nuestro hiperconectado mundo, todo se a callado.
Las horas han ido pasando, gente en trenes atrapados,
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ya en cerrada noche, poco a poco vuelve el alumbrado.
La verdad que desvalidos que sensibles sin energía,
somos más frágiles ,que coleópteros, y hormigas .
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A la humanidad se nos está viendo el plumero.