Te dejé marchar porque me gritaste con cólera,
Te dejé marchar porque ya no eras el que fuiste,
Te dejé marchar y pude encontrarte, pero no quise,
La mala conciencia me llevó de la mano,
Y te busqué,
Y ya fue tarde,
Sólo encontré aliviaderos dolientes, y soledades,
Te dejé marchar...
En realidad,
Te fuiste...
Hoy mi mujer me sacó a bofetadas de este pesar,
Por eso escribo en la noche,
Casi al alba,
Ella duerme ahora,
Y yo me pregunto el por qué de esta visita nocturna.
Después de tantos años
No quiero que seas pesadilla,
Por eso escribo con la primera luz del día,
Cantan los pájaros,
Se saben sus canciones,
yo no sé las mías,
Aún,
Todavía.
Qué lindo cantan!