Es la voz de tu mundo,
un aliento puro con un cuerpo nuevo,
que me llega íntimo,
inmenso de cielo, a mi aposento...
Es en tu viajar eterno,
que me vienes y no te encuentro,
con tu sordo murmullo,
hasta que la noche se mete en mi lecho...
Es entonces, en mi obscuro recinto,
cuando siento una ilusión mental, que se abre paso,
con tu recuerdo que se me enlaza apretado,
cerrándome cada párpado...
En mi hondo reclamo,
te creo un atajo, de lo irreal a lo humano,
y en su reflejo, tu beso en revuelo,
advenido de tu Cosmos, con todo su destello...
Comentario de autor: Cuando imagines algo no tengas miedo a escribirlo...