Si Te Vas, No Vuelvas
Si un día decides irte,
que no sea con paños tibios
ni con excusas en oferta.
Hazlo con todo el teatro:
con la puerta rechinando verdades,
con el retumbar de tus pasos
golpeando fuerte la espalda de mis recuerdos.
Pero no vuelvas.
Ni con flores, ni con versos
masacrados por la rutina.
Que yo no cultivo resurrecciones
ni cargo ataúdes sentimentales.
No me nombres en voz baja,
ni me pienses con culpa elegante.
Porque si te vas, me arranco de cuajo,
como raíz que se rehúsa
a mendigar tierra estéril.
Eso sí…
si aún te nace la urgencia en los labios,
si te tiembla el alma al recordarme,
si cada beso ajeno te lleva a mí … quédate.
Y quédate con toda la tempestad.
Con mis ruinas y mis fuegos.
Con este corazón que no sabe de límites
ni hace fila para amar.
Porque si te quedas,
te querré como se escribe apasionadamente:
sin márgenes,
sin ediciones,
sin miedo a que duela…
sin grito,
pero con toda el alma ardiendo.