Oh luna reflejada en el lago,
mostrando tu sutileza y belleza,
desprendiendo un desglose espectacular.
Donde los acordeones quisieran tocar,
admirad esta rareza:
la luna sigue siendo espléndida.
¿Nuestros ojos, en otra vida,
volverán a contemplar algo tan despampanante
como tú, luna brillante?
A veces me pregunto
cómo nos atrevemos a cuestionar o comparar
algo tan magnífico
con una especie inaudita,
algo tan radiante
con algo tan poco deslumbrante.
Simplemente… preocupante.
Oh luna resplandeciente,
te agradezco por siempre estar presente,
por acompañarnos en los momentos más oscuros y penosos,
por no dejarnos solos
ni en los días lluviosos,
ni en las tinieblas.
Oh luna querida,
tu color, tu estructura,
son algo
verdaderamente fascinante.