En ocasiones sueño contigo, y cuando lo hago, despierto con esa angustia agobiante que llena mis ojos de lágrimas. Intento soportarla para que nadie me vea. Sin embargo, se siente tan real que eso lo hace peor. Ayer soñé que volvías, te abrazaba, acariciaba tu pelo blanco y enrulado, y tú me mirabas con esos ojos de amor y brillantes. Te dormías en mi regazo y podía escuchar tus suspiros, que derrochaban calma. Yo sentía en el alma un \'ya estamos juntos, ahora nada nos va a separar\'. No quería soltarte, quería mirarte mucho sin parpadear, mientras borraba de mi mente esos momentos de tu ausencia y mi dolor cesaba para dejar entrar nuestra felicidad. Te juro que quisiera quedarme a vivir allí, en ese sueño sin fin. No deseo una realidad en la que tú, mi querido amigo, no estás. Pero me desperté y todo desapareció como una estrella fugaz. Entonces viví el día luchando por dejarte volar.