Entre zambullirse náufrago
y cortarse en llamas de ramas filosas
Entre ensancharse en nubes contra un incendio
y presenciar la marea oscura
Adentrarse en las grietas llenandolas de sangre
Soñarse como un árbol de acero en la discordia de agua y cenizas
Volcarse suavemente en el corazón de las cuevas
Desde esa luz que hay, invisible, en la tierra,
ver brillar las manos al salir del océano
con la ilusión del sol, y la luna
como espuma plateada
A sucumbir el disfraz
que nos devuelve al mundo.