pasaba

Un hilo de luz

El mundo, como un péndulo, se detuvo.

Las almas flotan, suspendidas al hilo

de la eternidad.

Entonces, aquí en mi geométrica

soledad, 

hago una plegaria al cielo, elevo un

canto silencioso, un ruego tímido y

secreto, 

que nadie me mire

sino a través de un vaso de ilusión,

donde solo permanezca,

en la pantalla gélida  de un horizonte

sombrío,

el perfil sutil de un alambre amargo,

bañado apenas

por el agua fugitiva,

por las lágrimas del rocío,

por las gotas vivas del sol,

por el soplo azul sereno  del mar.

Qué nadie me vea,

sino a través de la sonrisa que

nos da esperanza  y da calor al corazón. . 

 


P. SABAG, SAFECREATIVE