JUSTO ALDÚ

EL INSTANTE, ENTIDAD CLANDESTINA



I
Nace el instante,
en la grieta del tiempo,
nace el instante,
como ladrón de galaxias,
furtivo, silente,
tejiendo abismos diminutos,
que abren...
y cierran,
sin que nadie advierta la herida.

II
Una mirada -un destello-
un universo que brota y se apaga,
un Big Bang de ternuras mudas
que la pupila de un dios dormido oculta,
que nadie guarda,
que nadie canta.

III
El suspiro es un eco,
un eco de mundos que no conocimos.
Alas incandescentes,
ciudades invisibles,
que se alzan...
que se hunden...
bajo el peso de un corazón sin mapa.

IV
Cada lágrima es planeta sin órbita,
esfera rota de memorias tristes,
caída hacia sí misma,
sin testigos,
sin redención,
como una estrella
acusada solo de arder.

V
El instante es un dios clandestino,
un artesano de arenas invisibles,
que construye catedrales en un latido,
que las derrumba en un suspiro,
donde ni el ojo más sabio
puede verle el rostro.

VI
Y así vivimos:
Asaltados por los fugitivos de la eternidad
mendigando segundos que fueron universos,
creyendo en la mentira del tiempo,
cuando todo, todo ocurre
-y se olvida-
en el rincón secreto del ahora.



JUSTO ALDÚ
Panameño
Derechos reservados / abril 2025