Todos estamos creídos que somos algo etéreo y trascendental.
Algo más allá de nosotros y
que hay que darnos un tiempo para terminar la siesta global
y luego despertar.
Ni los grandes poetas de España, que pasaron la vida entre metáforas y paradojas,
se creyeron semejante estafa mental.
Jamás se les ocurrió mentirse a sí mismos.
Todos eran muy jóvenes,
más despiertos y mejores poetas.
Todos pelearon por la vida cuando se la quisieron arrebatar.
Y sobre su sangre y sus versos
denunciaron y lucharon contra los criminales y genocidas de su tiempo.
Sobre la sangre y los versos de los que lo dieron TODO, estamos sentados nosotros hoy
haciendo NADA.
El mono sapiens está, hace mucho,
en esta posición fecal de \"ultra conciencia\" muy cómoda.
No reacciona ni arrancándoles sus derechos y libertades esenciales.
Ni asesinándolos en el vientre, ni enterrándolos con bombas, ni privándoles de su oxígeno.
La humanidad está castrada, tiene miedo de movilizarse, reunirse, expresarse y levantar las nalgas.
El mono tiene miedo de ser hombre para no molestar al resto de monos que se niegan a ser hombres.
Porque en su Estado de ultra-idiotes se sienten libres, protegidos y en condición de igualdad.
Aún no despiertan de la siesta global.
Esta es la paja mental, pura paja mental sin revista playboy delante.
Pues la realidad de lo que verdaderamente somos hoy,
y ojalá no sea trascendental
Es esta
👇👇👇
Somos ratas y monos de laboratorio.
La libertad siempre será nuestra elección.
Somos los asquerosos cómplices y financiadores de las balas del genocidio.
Entramos en modo exterminio y ni siquiera nos levantámos a poner las bardas en remojo.