Luciana Trejo

Primer café de la mañana.

Ciertamente está en tela de juicio ese amor tuyo, ¿será suficiente ese amor de siglos para hacerte regresar?.

Sé que soy tan cobarde que prefiero dudar de tu amor y de toda esa seguridad que proporciona tu aura celestial.

Quisiera rendirme definitivamente y solo dejarte ir, pero es que te sientes tan real que me aterra soltar a totalidad esa alma que me hizo verdaderamente amar.

Sé como los demás, fallame por el bien de este corazón aterrado, lástima mi carne. Dame una buena razón para creer que eres lo peor.

Esa fragancia de café por la mañana que endulza la fría madrugada, quisiera que no fuera tan dulce, tan anticipada, tan buena que antoja refugiar las manos en la tibia porcelana.