JAGC

SE MARCHÓ TU CORAZÓN.

 Se marchó tu corazón

de la alcancía de plata

que mi corazón amante

soldó con barras de estaño

a tu altivez indolente.

 La brisa de tu partida

quebró las recias cadenas

que me ataban a mis penas

y, con un hierro rusiente

cautericé las heridas.

 

 

JOSE ANTONIO GARCIA CALVO