Estaba perdido en las notas,
intentando tocar esa clásica canción de amor,
sobre la lluvia de noviembre,
que decía que nada dura para siempre y que incluso los corazones pueden cambiar...
Pero las notas no eran claras,
no pude encontrar esa canción,
porque no hubo tal noviembre para nosotros...
Debería haberte conocido en noviembre,
antes de que las lágrimas grabaran otro nombre en tu corazón,
debería haberte conocido en noviembre,
cuando la lluvia pudiera lavar nuestros pecados.
Debería haber...
¡Debería haber!
Mi mente quiere escapar de ti,
pero tu perfume con aroma a frutas
me mantiene a tu lado, sentado junto a ti en esa pequeña iglesia evangélica...
Cantan a Dios buscando salvación,
yo te miro y solo puedo ver mi verdadera fe...
Querría abrazarte, pero la carga que llevas se interpone en nuestro camino...
Si no puedes seguir adelante,
no hay esperanza para nuestro romance...
Debería haberte conocido en noviembre,
antes de que las lágrimas grabaran otro nombre en tu corazón,
debería haberte conocido en noviembre,
cuando la lluvia pudiera lavar nuestros pecados.
Debería haber...
¡Debería haber!
Pero pase lo que pase,
si hay algo que necesites,
siempre puedes contar conmigo...
Y si hay algo que temas,
siempre puedes confiar en mí.
Si hay algo que desees,
intentaría alcanzarlo para ti...
Pero si quieres que mi corazón lata al ritmo de tus pasos,
necesitas seguir adelante y dejar atrás esa carga en tu espalda...
Debería haberte conocido en noviembre,
antes de que las lágrimas grabaran otro nombre en tu corazón,
debería haberte conocido en noviembre,
cuando la lluvia pudiera lavar nuestros pecados.
Debería haber...
¡Debería haber!
Las heridas del pasado pueden ser una puñalada en nuestros corazones...
No podría haber romance ni besos de buenas noches,
si no estás lista para dejarlo atrás...
Hay un nuevo comienzo brillante si estás lista para recorrer el camino...
Para cambiar la mala suerte que hizo que no nos conociéramos antes...
Antes de las cicatrices, la decepción y la mala suerte...
Debería haberte conocido en noviembre,
antes de que las lágrimas grabaran otro nombre en tu corazón,
debería haberte conocido en noviembre,
cuando la lluvia pudiera lavar nuestros pecados.
Debería haber...
Tú deberías haber...
¡Encuéntrame en noviembre!