Encontraré las palabras perdidas
Que en ajena emoción algún vate regale
Para decir lo que siento al amor lejano y la espera
Que cada hoja que cae en el otoño naciente
Trae la carga de tu ausencia a la tierra.
No sabes cuánto te extraño.
Como la noche ignora que su existencia arrebata la sombra a las cosas
O la lluvia inocente que su presencia destruye los frutos postreros
Que la añoranza de ti alimenta y da vida.