Detesto tus respuestas vagas, me enfurece tu indiferencia y odio cuando usas tu personalidad cómica como evasión. Y es que ese es el punto, al inicio tu personalidad me causó curiosidad, poco a poco eso me fue enamorando y actualmente es lo que me tiene a la deriva en un mar inmenso agitado de emociones.
Estoy tratando de entender tu alma, pero es frustrante que tú no lo hagas con la mía, o al menos lo intentes. Desearía que nuestras formas de amar no fueran tan diferentes, tenía la esperanza de todas esas frases que hacen mención a que la persona que te complementa en la vida es una totalmente distinta a ti.
Quería que fueras tú, es más aún quiero que seas tú, pero mis ganas de seguir esperando a que lo seas se están acabando. Mi energía física también se está agotando, mi mentalidad sigue resistiendo, pero conociéndome, estoy al borde del colapso. No puedo seguir así, tengo que soltarte o me hundiré.
¿Sabes qué es lo peor de todo? Que todo el tiempo he traducido o dado una interpretación a tus respuestas vagas, y si te preguntara si tú aún quieres que sea yo, quizás lo que tu respuesta de a entender es que ya no, pero intencionalmente con autoengaño yo interpretaría... quiero que seas tú para siempre.