Te pienso, escribo, me leo y nada me hago sino extrañarte más... se gasta tinta, muere el papel, un poco de mi alma, y nada consigo si no pensarte más, no me leerás, no me escucharás, y al publicar y verlo sepas que es tuyo no vendrás a buscarme, no te abrazaré, besaré hasta quedarnos dormidos, te sigo escribiendo si, aunque ya sin esperar que nada pase, pues la fe murió en los tiempos del olvido...