Te quiero,
por qué me enseñaste a hablar, a pensar,
me enseñaste a caminar, y me animaste a correr,
me enseñaste a comer,
aunque tú tuvieras que dejar de hacerlo,
me enseñaste a reír, a vestir, a leer,
me enseñaste a amar,
Por eso es que te amo.
Aunque no haya forma humana de pagarte
todo lo que dices que no te debo,
encontraré la manera,
por qué también, me enseñaste
que nada es imposible.
Trabajaré para darte todo lo que no pude tener,
Porqué tú me diste todo lo que no pudiste tener,
Lo mereces todo,
porque si yo lo tuve fácil,
Fue porque tú lo tuviste difícil.
No te preocupes más,
que mientras yo viva,
nada te faltará.
Por qué el día no te tenga,
me faltará todo...