Cuando la miro puedo ver,en la profundidad de sus ojos, el brillo que mi alma había perdido.
En su dulce boca descansan mis deseos más íntimos y prohibidos.
Al reposar mis oidos en su pecho, puedo escuchar el latido agitado de su corazón, después de haber concretado el acto más puro del amor,y suena igual al cantico dulce y celestial de los mas bellos querubines...
Mr Way