Siempre creí
su amor tener;
y lleno de ilusiones
mi vida le ofrecí
con todo mi querer.
Era mi luz
y mi verdad;
brindándome pasiones
que se volvieron cruz
por su gran falsedad.
Fue su pasión
germen del mal;
con esos nubarrones
que forman aluvión
de tristeza mortal.
Autor: Aníbal Rodríguez.