¿Cómo? ¿Cuál ha sido mi estrategia
para sobrevivir en éste mundo?
A veces, me lo pregunto.
Y la verdad es que no tengo respuesta.
Supongo que, obstinada,
seco mis lágrimas
antes de que salgan por mis ojos
y elijo respirar,
sonreír y seguir adelante,
pese a todo.
Aunque nunca falte la persona que
con sus actitudes,
palabras o indiferencia, te hiera;
ya sea con alevosía y ventaja
o sin tener noción de la ofensa.
Si supiéramos...
Si nos detuviéramos
tan sólo un instante a notar que,
muchas personas
están librando batallas día a día.
Si tan sólo nuestra visión
fuera más allá de lo que parece ser
y que el 99% de las veces no es.
El mundo sería más llevadero para todos.
Dios, que desgracia es el orgullo.
Ese, que erige muros sólidos y muy altos.
No.
Una vez más no diré nada.
Escribiré y mi elección
será dejar del lado el dolor y el enfado.
Ya no estoy para hospedar
lo que sólo a mí me va a dañar.
No vale la pena odiar.
Sólo es perdida de tiempo.
Una vez más, perdonaré por mi bien.
Pues yo también he sido perdonada.
Alzaré la mirada hacia el azul del cielo
y escucharé la música que me gusta.
Porque siempre hay una canción que consuela,
siempre hay motivos para continuar,
más que para rendirse,
sólo porque alguien nos hizo un mal.
De: Diana Janeth Reyes Diaz.
(Diana Reydz)
17/04/25
Todos los derechos reservados ©️