Asesinando sus penas
con rocío que graniza,
beso de una poetiza
sangre azul pone en mis venas.
La piel suave de azucenas
un pozo seco y glorioso,
ante un duende muy odioso
desnudando mi cordura,
dando un sermón de bravura
lleva, un temor majestuoso.
Derechos Reservados en Proceso.