Tu maullido irrumpió
en el silencio del cuarto
y por fin se rompió
la tranquilidad
la soledad y
y la búsqueda.
Estabas ahí y no te vi
Estabas ahí y no te oí
Te acercas ahora
la hoguera encendida
tu paso cancino
y tus ojos ardidos
Quédate junto a mí
Quédate en este calor
Por favor, no te vayas