Yo escribo para saber
y conocer dónde extravié mi memoria, posiblemente en un río
creyendo que me dañaba, la dejé sola entre ruidos.
Yo escribo porque siento culpa
parece que desde recién nacido
buscando el fiel a la existencia
recurro a la metáfora a veces
y casi siempre al olvido.
Yo escribo en la penumbra
cuando la luna alumbra mis quejidos
y mi mapa no tiene esquinas ni la calle un sentido.
Yo escribo cuando vivo las ausencias
que martillan mis oídos
y la memoria me muestra su enagua
y la seda de su corpiño.
Yo escribo de madrugada
con el calor de mi almohada
y un cubrecama amarillo.
Yo escribo porque mi existencia
va a parir un respiro
y mi ansiedad me devora
y no vivo tranquilo.
Yo escribo porque el poema
es la historia de lo ignorado
y el futuro del atrevido.
Yo escribo para alcanzar la paz
que persiguen mis delirios
y las palabras de los versos
le otorguen algún sentido.
Yo trituro mi condición humana
y mi deseo de existir
yo renazco en el trueno del verbo
para volver a morir.