soy rara
y me conmuevo
por la simpleza de serlo.
no soy una forma,
no soy un nombre
soy una explosión
un grito que nadie entiende
pero que sigue ahí
en cada esquina,
en cada mirada,
en cada palabra rota.
no sé si estoy construyéndome
o deshaciéndome.
me construyo con la sal
de mis propias heridas,
y me deshago con un suspiro
de lo que nunca debí ser.
¿y qué?
soy rara,
y me gusta.
me mezclo
en un batido de contradicciones
que ni yo sé cómo separar.
un poco arrogante,
un poco alma errante,
un poco niña mimada,
y un poco mujer rota
que no sabe qué es,
pero sigue.
me gustan las cosas
que no tienen sentido,
me hacen reír,
me hacen suspirar,
me rompen,
me hacen pensar,
me vacían.
soy esa que siempre pregunta,
pero nunca se responde.
la que quiere huir,
pero no sabe a dónde.
la que arde y se apaga
en el mismo segundo.
soy ese caos que lo arrastra todo
pero deja algo
que nadie sabe tocar.
y en todo eso,
me gusta perderme
en cada grito,
en cada risa,
en cada lágrima que no sabe
por qué existe.
soy rara,
y eso está bien.
no quiero ser otra cosa.
ser rara es mi única verdad,
la
única que no se disfraza,
la que grita sin miedo
al vacío.