EDGARDO

Almas fundidas

En el abismo de tus ojos, mi alma se sumerge,
donde el tiempo se detiene y el mundo se disuelve.
En cuerpo y alma, nuestros seres se funden,
como dos ríos que confluyen en un mar infinito.

Tu alma silenciosa desborda pasiones,
un océano de sentimientos que me envuelven.
La mía, un torbellino de amor sin igual,
que late con fuerza, sin cesar, al borde de estallar.

Disfrutamos el tiempo que tenemos,
amándonos, sedientos, incansables, sin fin.
No podemos recuperar el tiempo perdido,
ni lamentarnos por todo el pasado que hemos vivido.

Pero en esta noche, déjame arrullarte entre mis brazos,
y que en este amor, el tiempo se detenga.
Que cada instante sea eterno,
y que en tu amor, mi corazón encuentre su refugio.

En tus labios, calme mi sed; en tus brazos, mi paz.
Contigo, todo es posible; sin ti, nada tiene sentido.
Eres el sol de mi vida,
la estrella que Dios me regaló, guiando mi camino.

Así que aquí estoy, ante ti, con el corazón abierto,
listo para amarte sin condiciones, sin límites.
Porque contigo, mi amor, todo es perfecto,
y sin ti, nada lo es.