Con cada mirada construimos el mundo.
Con cada latido lo mantenemos vivo.
A cada paso se expande.
En cada sueño crece.
Lo sostenemos en nuestro pensamiento.
Lo cargamos por ciudades y calles.
Se aquieta en la banca de un parque.
Se silencia con la noche.
Nuestro mundo,
tuyo y mío,
ese mundo que nos vive y nos extingue.