NO QUIERO FLORES
Cuando muera no deseo que me envíes flores,
la ofrenda más bella que puedes rendirme
será aquella en la cual exhibas un seductor
pétalo en el monte más alto de tu corazón
y conserves por siempre esos preciosos
recuerdos en las profundidades
de tu límpida alma.
Las flores que mandes, demasiado pronto
quedarán marchitas perdiendo así su mágico
atractivo, mientras las que solicito
estarán hermosas a perpetuidad
por su inmaterial procedencia.
Jaime Muñoz, abril 11 de 2025