Mis besos, suave efluvio mañanero
que resbalando van por tu almohada
los besos y caricias son guirnalda
y de tu bella piel, son el sendero
Mis besos son hoguera con templanza
bajan por la ladera de tu espalda
tan sólo me detiene suave falda
impidiendo lanzar filosa lanza
Entonces miro sólo la blancura
contrastando con él negro del pelo
que sedoso reposa en tu cintura
resalta tu cadera de modelo
de belleza enigmática criatura,
mientras; yo seguiré con mi desvelo.
Todo llega a su tiempo; llega siempre
y más; si eres paciente llega siempre.
Dr. Salvador Santoyo Sánchez
11/04/2025