Alfa y Omega
El hombre está de pie frente al destino
está esperando que éste diga algo
pero el destino es símbolo enigmático
no es un charlatán enviando señales
sin embargo el hombre
en esto cifra su esperanza.
Ninguno de los dos se mueve un ápice
mientras el tiempo se desplaza en silencio
y llega la noche y se va la madrugada
sólo de día el hombre descansa
pero al llegar la noche empieza
el diálogo entre un silencio y otro.
Con su actitud el hombre
interroga a su destino
pero este continúa callado
hasta que un día de esos días
el hombre acaba sin saber
quién era ni lo que hacía.