Ya no vendrás.

 

No vendrás y eso es una rotunda certeza 

te extraño todos los días, a todas horas 

yo sé que ya no vendrás,

y aún sigo aquí esperándote.

 

 

 

Dejaste en mi un amor indeleble 

no puedo desprenderme de ti 

vivo agonizando en la resignación 

en la idea de no tenerte nunca jamás.

 

 

 

No volverás me queda claro 

me gusta engañarme y pensar que sí 

mi alma y las puntas de mis dedos 

lloran al escribir esta condena 

 no vendrás y yo te espero, te necesito.

 

 

 

Sé que la distancia te deteriora 

que tus horas son muy frías 

que llevas una pena amarga en el alma 

tal vez, soy un iluso al esperarte 

al conocer que ya no vendrás 

mi esperanza de vivir eres tú 

y no estás aquí. 

 

 

 

¿Cómo consigo salir con vida de esta ausencia de ti mi amor?