Poeta al atardecer.

TARDES EN SOLITARIO.

    MUERE LA TARDE.

 

Se va la tarde en silencio sagrado,

oculto a la mirada de impedidos ojos,

que ven paisajes cuando solo son rastrojos,

y solo arenas cuando el río se ha secado.

Vieron mis ojos titilar el cielo estrellado,

mas de una noche por amor llorando,

con una herida en el corazón sangrando

por cruel espada que amor no era,

llevé a ocultar mi llanto en la ladera,

llanto triste y sufrido de mi alma engañada.

 

El amor es sufrido benigno y paciente

alguien escribió en las tablas de mi alma,

cuando mis aguas eran cristalinas y calmas,

y mi pecho encendía un fuego ardiente,

que arde y quema el sentimiento valiente,

en todo camino, tiempo, o estación,

sentimiento puro distinto de la emoción,

que nunca entendió la humana ciencia,

porque no es del cuerpo esta experiencia,

que habita y se abriga aquí en el corazón.

 

Autor: Poeta al atardecer.