Felicio Flores

¿Por qué abriste la jaula?

Ahora un pájaro picotea mi pecho.
No lo quiero… llévatelo.
Temo sostenerlo
y herirlo con besos.
No lo quiero… sí lo quiero.

Yo estaba bien solo,
y ahora me arde la piel cuando te veo.
Desordenaste mi casa.
No como, no duermo: sueño.
Te pienso.
No quiero esto.
Me aterra.
Me quiebra.

¿Qué me has hecho?
¿Por qué, cuando te miro,
florecen mis pupilas?
Tengo miedo.
¿Y si un día te vas?
¿Y si despierto
de esta imaginada vida?
No… no quiero.

Quiero arrancarme
de raíz el pensamiento
de estrecharte hasta mi sangre,
de morirme en tu boca
con un beso.

—Felicio Flores.