Volvió el sol
a la casa
de los pájaros
de acero,
y la luna a la cama,
como anzuelo de hueso.
Atravesó la boca
del sueño, un beso:
la noche es larga
como un bostezo
desde la sangre
hasta el alma.
*
Sobre el techo,
de un aletazo,
una mariposa de alas
de oreja de elefante
cubrió el cielo.
*
Hoy cantará
el faisán
en mi lengua.
Huehuecóyotl
oirá el aire oscilar,
como cuerda
en mi garganta.
*
Yo,
que soy León
y ciervo,
que soy polvo
y agua,
dejaré estos versos
en la casa
de las montañas
de los sueños.
—Felicio Flores.