Jaime20

EN EL MOMENTO OPORTUNO

Cuidaste de mí cuando yo más lo necesitaba,

me extendiste tu mano cuando mi vida naufragaba,

se alejó de mí la persona que más he amado,

pero tú permaneciste conmigo, y dijiste:

No temas, porque Yo estoy a tu lado.

 

Levantaste mi cabeza que se caía de dolor,

enjugaste las lágrimas que corrieron por mi rostro,

me sentía perdido, como si hubiera caído en un pozo,

pero me dijiste: Yo estoy contigo, no temas,

serás para mí especial tesoro.

 

Y me pregunté por qué,

por qué estabas tan interesado en mí,

por qué si la persona que más he amado se alejó

tú insististe en darme tu mano cuando yo no te buscaba,

y me respondiste: No se turbe tu corazón,

que todo esto lo hago por amor,

porque Yo te conocí desde antes que el mundo

se fundara, y derramé mi sangre en la cruz

para que por mis llagas fueses sanado

y para que tu alma viera salvación.

 

Convertiste mi tristeza en gozo,

mi angustia volviste paz,

llevaste mis pasos perdidos

a andar por el camino angosto,

y no he andado solo,

porque tú has caminado conmigo,

y cuando la melancolía me empezó

a atacar, me dijiste:

No temas, porque yo estoy contigo;

estás en mi mano,

y de mi mano nadie te podrá arrebatar;

aunque acampe todo un ejército contra ti,

no temas, porque yo te defenderé;

aunque las personas que ames te defrauden,

confía en mí, porque Yo siempre te seré fiel.

 

Lloré, no de angustia, no de tristeza,

esta vez lloré porque me sentía agradecido,

no me importó la gente, no me importaron las miradas,

y seguí llorando como un niño delante de tu presencia;

nadie me entendía, pero tú me conociste,

y llegaste a mí en el momento oportuno,

cuando pensaba hacer lo peor con mi vida,

y me dijiste: No temas, porque Yo estoy contigo,

Yo te mostraré el camino a la salida;

ven, mira cuán grande es mi amor,

grandes cosas he guardado para ti;
no te desampararé ni serás avergonzado;

aunque venga contra ti un gran problema,

Yo seré tu gran solución;

no temas, porque yo estoy contigo;

no desmayes, porque yo siempre te ayudaré;

siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia

y seré lámpara a tus pies y lumbrera a tu camino;

deja todo, mírame a mí, sólo Yo puedo salvarte,

oye mi voz, y verás que todo te irá bien;

tú eres mi especial tesoro, con mis manos te formé;

no temas, no desmayes, porque yo nunca te desampararé.

 

El camino apenas ha comenzado,

y como me previniste,

han venido pruebas, ha habido luchas;

pero permaneceré en Ti confiado,

y no temeré, porque sé que Tú estás a mi lado;

porque llegaste a mí en el momento oportuno,

cuando pensaba hacer lo peor con mi vida,

y sé que aunque me vea atrapado en un problema

Tú me mostrarás el camino a la salida;

porque en ti he creído

y en ti siempre he de creer,

porque sé que Tú estás conmigo

aunque no te pueda ver.