Ivette Urroz

La Trova de la Luna Condenada

Regresa tu baladro de materia,

intimida en el escondrijo del sonido—

bajo el burbujeo encanecido,

en la juntura de la espuma.

 

Se equivoca detrás del pórtico del mañana,

con categórica extremidad, como el barranco

de la vida;

bajo la bóveda que al reposo llama, sin consagrar

la media luna condenada—sin decir nada—

que acentúa, transfigura la noche de pronombres.

 

Convulsa, impertinente, la mano sobre el dorso del saber

del adonis rostro que con atisbo inflexible aparece,

-solo- calcula, sílabas en un espectro de error

ostentando plumas de borrasca,

cómoda laude, como telarañas que agobian

una trova de perfección vegetal.

Ivette Mendoza Fajardo