VIVIR EL MOMENTO
Me concentraba en mi programa de la tele favorito,
en el que salía un monstruo de enormes dimensiones,
desmesurado, creo que se trataba de una serie japonesa,
que llevaba antenas y el pelo azul eléctrico
y a toda hora segregaba babas.
Muy aficionado a la comida rápida,
me tomaba a media tarde un vaso de leche con galletas
junto a aquella presencia terrorífica
que parecía a punto de atravesar el cristal
y de ponerse a correr por el salón,
inmune a todo tipo de defensa,
a los disparos de fusiles, a los misiles, a las bombas,
que solo sabía babear y amenazar con sus desproporcionadas dimensiones
al tiempo que emitía un zumbidillo por la cavidad bucal.
Hasta que emergía el submarino ducho
en manejar a este tipo de monstruos marinos
cuando el capítulo llegaba a su fin,
en el momento justo en el que parecía
que un ligero temblor recorría el saloncito,
que hacía temblar la mesa en realidad.
Gaspar Jover Polo