"Los matices y figuras de mis fotografías
difieren en contenido y plusvalía;
debieran ser cadentes, armoniosas...
mas, me persiguen lastimosas
revelando impávidas fieras
manifestando engendros
escarvando mi mente,
figurillas fluyendo,
ordenando, implorando
olvidando, gritando,
sólo porfía en mi onírico estado
realidad líquida, estrujada, ulcerada,
por los seres persiguiendo
mis lánguidos sueños,
difamando, dibujando
puertas y celdas sin llaves correctas
tan amigos, vecinos,
que no puedo resistir su visita
enredándose en mis marañas mentales
de inalcanzables estados normales
colocando sus cuerpos en líneas
murallas altas, crecidas,
dividiendo realidades
imponiendo sus reglas y espías
sus modos y guías...
luego despierto y
el día no diluye su presencia
¿por qué siguen aquí?,
¿me libraré de su existencia?
¡Oh!... ¿quiénes son ustedes?
quisiera conocerles,
seres “onireales,”
aborrezco que
extiendan sus largas extremidades
intentando tocarme, mancharme, dañarme
susurrando perversos dictados
sugiriendo, exigiendo el pecado
a cometer en mi cabeza
y en la realidad impresa
... deseo destrozarles, aniquilando
mi absurdo cerebro
seres cabalgando entre su arrugada
superficie, tropezando
en su meta y duelo
regalándome unos instantes
de satisfacción parcial,
de paz fugaz, recorriendo cada rincón
cerebral
ordenándome callar,
recitar, balbucear, exterminar...
puedo sentirlos, hablar con ellos
los claros sonidos
emitidos por sus perversos
sentidos, lanzan aros
de fuego y pudor,
de diversos colores y tonos
de fuerza impasible
que destroza la voluntad
quebrando el espejo
de mi realidad,
mi personalidad...
¿dónde empiezo yo?
¿En dónde termino?"
Copyright©2010 Rocío Vega-Ponce