Dentro de cada pensamiento existe una razón muchas veces de peso, otras nada validas pero queremos que tenga peso para aferrarnos de algo que tenga sentido.
Discusión, ganas de callar para siempre, de irnos, de correr, de saltar de un puente y de no sentirnos tranquilos.
Buscar la excusa perfecta para generar polémica y no ver cuanto alardeamos creyendo que somos pasivos.
Continuar alimentando los problemas, sin querernos dar cuenta que la felicidad la hemos perdido.
Regalarle el tiempo a los extraños procurando que alguien te devuelva una sonrisa franca.
Darte cuenta que nada ha sido en buena lid y todo tiene una crítica destructiva disfrazada.
Los pocos que le escriben al amor y los millones al despecho.
Algunos pocos ilusionados del corazón y otros muchos más deshonestos.
Los extraños que se sienten identificados y te escriben como si supieran de tu vida por un texto.
Los agradecimientos posteriores o darle paso como pasa el viento.
Buscando que detrás de cada pensamiento existan acciones y no solo quede en palabras. Estos cuentos de caminos, vivencias, tristezas o desesperanzas.
El amor nace y se muere como mueren los pensamientos que no tienen razón
El amor no nos pertenece, es del viento, del corazón.
Y como en el corazón no manda nadie, quizás en algún momento se detenga.
Dejaran de surgir sentimientos, dolores del alma y carencias.
Que tendremos siempre aunque sigamos tragando problemas, creyendo que no contagiaremos a un mundo que día a día vive y su origen es un problema.