No todos son separados del cordón umbilical, a algunos lo amarran más fuerte y de mil maneras para sacarle el máximo provecho.
Nunca llegan a ser ellos, permanecen sujetos porque su libertad es muy peligrosa y hay muchos intereses y demandas sobre el esclavo domesticado.
Su dependencia emocional hay que mantenerla por todos los medios.
Sus propiedades no son sus propiedades y hasta él mismo no se pertenece.
Su libertad es muy peligrosa.