YO ASISTÍ A UN CONCIERTO DE S. RODRÍGUEZ
Una combinación de metro y de autobuses
públicos te llevaba hasta el recinto vallado
donde tenía lugar el evento en Barcelona.
La entrada había superado todas las previsiones,
y la explanada se había llenado con público
en estado de ebullición controlada.
Los ánimos exaltados, en el más positivo sentido
de la palabra, llegaban hasta el grado más alto y puede
que fueran un poco más lejos todavía.
Como si acudiéramos a la batalla final de una guerra
muy larga, coreábamos las consignas que el músico,
con su música, desde el escenario lanzaba,
como si nos proporcionara una dosis de entusiasmo extra,
una propina de orgullo al ritmo del trópico encadenada.
Gaspar Jover Polo