Diavoluz

Mis 2 Grandes Paciones Poesía y Lucha Libre

No se pueden mezclar estas dos discliplinas. No pueden mucho menos competir, eso sería monstruoso, avasallador por parte del Pancrasio. Nos llevan ventaja, la poesía es otra cosa. Es insólito concebir esta fusión, quien lo intente quedará condenado a la mortalidad cultural. Esto se escucha en el ambiente bohemio-palabrero de la poesía mundial . Están consternados con unir estos géneros tan distintos entre sí, no lo conciben. Quien se ha atrevido a profanar en el mundo cultural, se convierte automáticamente en un sacrílego. En el vate, sin bate, para poder golpear a los vientos que se acercan a destruirnos. Los envidio, sí tienen buenas ideas. La poesía de ambigú, de museos, la poesía en los cafés, escuchándola tranquilamente sentado en un sillón confortable y cachondo, es su verdadera poesía, la que te invita las cervezas, te lleva de encuentro en encuentro, te ayuda a abrazar a más cuerpos poéticos y platicar de los grandes.

La relación de la poesía y la lucha libre es indispensable. De qué manera podemos interpretar los lances maravillosos de los técnicos fuera del ring. Cómo expresar la forma en que El Solitario jr. vence a El Angel Blanco jr., cómo, díganmelo, cómo, pues a través de un poema. La máscara es un conjunto de metáforas que brillan para conocer al verso que llegará y se quedará en el público. La poesía es ruda, "a un poeta manso no se le puede llamar poeta" nos dice Maiacowski. Los poetas se tiene que rebelar, salir con los versos escondidos debajo del colchón y presentarlos a la sociedad. El poeta rudo es el verdadero poeta, con la frente de X Fly o la de Nicho el Millonario y la garra de Deadpool ; con la rodilla de Sydistiko, de Ultimo Guerrero y la pluma de Paz, y los brazos de Blue Demon , del Santo el Enmascarado de Plata y el sentimiento de Sabines. La lucha libre, se dice, es el teatro de los pobres, puede ser, que los que piensan eso, están pobres, pero de espíritu. La lucha libre y la poesía convergen, se llevan de la cabellera, pueden subir juntas al cuadrilátero y nunca enemistarse. Están ahí, nadie, ni los "poetas comprometidos" pueden quitarlas.