ALVARO J. MARQUEZ

CON MI SOMBRA

Estoy aquí, como cada día,

Tratando de darle forma

A un poema con tu nombre.

Tal vez no te mencione todavía,

Pero tu recuerdo transforma

Todo mi sentir de hombre.

 

Y aunque tu nombre no escriba,

Son tuyas todas las ideas

Que dan vueltas en mi mente.

Mi alma por ti se siente viva,

No me importa cómo seas,

Siento que te amo intensamente.

 

Poco a poco voy escribiendo

Y hasta sin querer te doy

Lo mejor del sentir que hay en mí,

con palabras sencillas diciendo

O confesando que estoy

Como nunca enamorado de ti.

 

Cada pensamiento que me llega

No hace sino repetir y repetir

Lo mucho que significas en mi vida.

Mi mano ¿quién lo niega?

Por ti sólo quiere escribir

Y el corazón jamás te olvida.

 

Esta soledad que me acompaña,

Es un verdadero testigo

De lo que este poema exclama.

Sabe que hasta mi sombra te extraña,

Porque inspirándome contigo

Hasta mi sombra te ama.

 

Mi sombra sabe tanto, tanto…

Oyendo todas mis confesiones,

Que a solas son frecuentes,

Sabe de mis risas, de mi llanto,

De esos alivios que en ocasiones

Suelen ser insuficientes.

 

Percibe sentimientos eternos

Que contra la corriente reman

Queriendo llamarte a gritos…

Tu ausencia me lleva a infiernos

Que en mis adentros me queman

Y los dolores son infinitos.

 

El poema lo hago poco a poco

Y mi sombra evita que me pierda

Y desvaríe nuevamente…

Porque aunque no estoy loco,

Siempre que mi alma te recuerda

Te amo como un demente.

 

Aunque puedo ser místico a veces,

No quiero, a decir verdad,

Serlo ahora entre los dos.

Deseo que si un día apareces,

Sea por tu propia voluntad

Y no por milagro de Dios.

 

Pensándote escribo y escribo,

A ratos pierdo la calma

Y no quería que así fuera…

Pero es que amándote vivo,

Te amo con toda mi alma

Y no sé amar de otra manera.

 

Hoy es tanto lo que me inspiras,

Fue tanto lo que el alma gritó,

Es tanto lo que te nombra…

Que de sólo imaginar que me miras,

Temo que más de lo que te amo yo,

Pueda amarte mi sombra.