En la estufa mañanera gorgoreaba la holla de frijoles recién calientes
La abuela le paloteaba unas de harina mientras el viejo al caballo bayo domaba
Lo danceaba al ritmo de su chicote
Se colgaba un rebozo por la madrugada y lo encillaba
Su sombrero viejo y aporreado se terciaba
Siempre lo ví perderse entre la parcela al amanecer
Siempre quise ser como el
¿A dónde irá? ¿De dónde vendrá?
Por las tardes cansado y agitado y su sombrero rancio que nunca lo dejaba
Hacíamos fiesta los nietos porque con costal de papá, frijol y harina llegaba
¿A dónde irías viejo mío? Qué secretos escondía la parcela y el monte y que te susurraba aquel huizache. Siempre tu caballo bayo fiel a tu rienda. ¿Con cuántos diablos pelearias?
Hoy estoy del otro lado del portón
consumido en el bullicio de la ciudad, me consumió el tiempo,corro a destiempo para alcanzar un camión que me lleve de 7 a 7
Anhelando montar un caballo y perderme entre la parcela a ver qué se siente.