Una voz

La Oscuridad Secuestra La Navidad, Pero Su Luz Es Inextinguible

Muchos han dispuesto sus corazones,
escapan los suspiros, escapan los anhelos,
el alma es un huracán en vuelo,
y diáfanas son coronadas nuestras esperanzas.
¡RECORDANDO Y CELEBRANDO!
Al Cristo Resucitado — ¡que nació!

En las mismas calles, el imperio de la muerte
trastorna las cosas; comienza su propia celebración.
Creyendo falsamente, celebran con luces de neón:
\"En lo profundo de su corazón,
el pecado convence al perverso de hacer el mal\";
la serpiente susurró ya a sus corazones.

Profanación de la mentira.
¡Que comience la matanza!

Huesos inhumanos son trasmundo del homicida;
se han preparado los ritos paganos,
presuponen inmortalidad, bailan en las calles,
fornicando hasta con el aire, lascivia musical.
Con caras sonrientes se disfrazan de piedad,
invitan al amor, pero su intención es matar.

Es la celebración de Satanás, distorsión
de ecos que se clavan en la carne de nuestra realidad.
El ángel hueco quiere el trono, odia la verdad y engañará.
Llega sin respeto para nadie; sin forzar la puerta:
la desolación entra, sacrílega.
Ídolos tratan de secuestrar el pesebre.

Se han disfrazado para sentirse cómodos,
merma el miedo de hacer maldad, y con luces y alegría
las casas se llenan de regalos, moños de color sangre,
Santa Closes, embriaguez del vicio carnívoro.
Hogares con paredes untadas de sonrisas de niños
ocultan la risa macabra por un ídolo antiguo: Moloc.
Han creído a los vitrales que reflejan la muerte.

¿Acaso la Navidad no le pertenece a la alegría de la vida?
¿Al gozo del Creador y su Espíritu redentor?
No al humo de la vanidad, que desaparece,
del fuego que ya se apaga… de Satanás,
quien solo quiere usurpar.

Esta fiesta, dicen, no es bíblica.
Esta fiesta, dicen, le pertenece a Santa Claus:
un obeso que engorda con la apatía y la economía
del falso amor.

Mientras tanto, emerge de nuevo la duda, desgarrando el pecho,
rompiendo las suturas puestas por la ignorancia,
cuando allí la confinó: frígida, desolada,
negando su derecho a ser respondida.
¿De quién es la Navidad?
Un bello ángel color perla tocó el sol,
y el sol habla y lo confiesa:

Doradas columnas protegían un libro,
santas palabras que responden a las tinieblas
con la verdad; pues la verdad ilumina,
y sus iluminados fulgorecen en tintes de aurora.
Conquistan a la noche y al cielo disoluto en negrura.
Hasta la luna flaquea, el heraldo de la noche
observa lo descomunal del evangelio de la paz.

La Navidad le pertenece a Él: el Rey de reyes.
Su majestad nació con el reinado de humildad:
\"Y tendrá un hijo, y lo llamarás Jesús,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados.\"
El amor decidió iluminar la tierra con su luz,
y el amor nació en la tierra y se coronó con la fe.
Eso es digno de celebrar.

En la hierba fresca el rocío es un velo de ternura.
Los pastores han venido a verle, los ángeles le han cantado,
los magoi lo adoraron, y el resto de nosotros,
los que reflejamos su luz, iluminados, glorificamos
su nacimiento. La Navidad le pertenece al amor:
Jesucristo.

Para el incauto, la Navidad es amor en una fecha:
mañana terminará; su significado es fugaz.
Pero para los Hijos de la Luz,
Navidad es hoy, y por su significado,
nuestro verdadero amor es fruta sempiterna
/SIN FINAL./
Mañana, y hasta tu regreso, Emanuel.

La mesa de la Natividad es para ti. Estás invitado.




Emanuel: Nombre dado en la biblia a Jesucristo que significa Dios con nosotros. Se menciona en Isaías 7:14, 8:8; Mateo 1:23.
Magoi: Término bíblico original para referirse a quienes se les conoce como reyes magos, no eran magos ni reyes, realmente el término se traduce de muchas maneras.

Moloc: Ídolo antiguo cananeo, este ídolo era repudiado por Dios como las  prácticas hacia el. Se le sacrificaban niños, bebes, incluso recien nacidos, muchas veces por sus propios padres, hechándolos al fuego, esta práctica duró hasta tiempos del exilio a babilonia, en el valle conocido como Valle de Hinom el cual se conoce como un lugar físico que representa el lugar espiritual conocido como EL INFIERNO. Esas prácticas fueron borradas de entre Israel. 

La desolación: Esta desolación que entra por la puerta hace alución a la abominación desoladora descrita por el mismo Cristo como punto culminante profético.

Isaías 9:Pues nos ha nacido un niño,
    un hijo se nos ha dado;
el gobierno descansará sobre sus hombros,
    y será llamado:
Consejero Maravilloso, Dios Poderoso,
    Padre Eterno, Príncipe de Paz.