Platónico
Mi amor no es platónico,
mi cuerpo te desea
con la enorme fuerza
de un avión supersónico,
es el preludio armónico
del deseo carnal innegable
donde la lujuria inevitable
humedece tus labios con miel,
como la lluvia moja tu piel,
no es platónico, es inefable.
Se me ha aconsejado
que no debería ni mirarte,
se me prohíbe soñarte,
y podría ser condenado
por haber impugnado,
el cerrojo infranqueable
de tu corazón indomable,
ya que me he enamorado
de este hermoso pecado
que me vuelve vulnerable.