INTERVENCIÓN SANADORA
Iban los tres amigos
paseando por las afueras de su ciudad,
y uno de ellos circulaba en una silla de ruedas
que tenía que ser empujada, y una mujer
allá por el horizonte,
y el tono de la conversación resultaba
muy agradable y animado siempre
e incluso llegaba a ser chispeante en algunos tramos.
Y entonces, el hombre más bajo de estatura,
al que le tocaba empujar en aquel momento,
sufrió un inexplicable despiste,
un lapsus de concentración lamentable,
y puso demasiado ímpetu
y volcó la silla hasta hacer caer al paralítico.
Y la mujer que andaba allá por el horizonte
acudió sin falta para aplicar al caído
los primeros auxilios, pues, con el golpe,
se le acababa de abrir una brecha profunda
en todo lo alto del mentón izquierdo.
Gaspar Jover Polo