Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

2010

 

(Soneto escrito en una mañana fría)

 

Ahora que alegre estoy,  duéleme alma,

para llorar un rato los albores

por aquellos, que fueron sinsabores,

hora prudentes sosiegan  la calma.

 

Dejé el sendero…floreció la palma

la espiga se tronchó surgieron flores;

entonces comprendí que mis amores

fueron engaños que a la par desalma.

 

¡Maldita decepción!...Cuándo se quiere,

se entrega el corazón en el quebranto

sin resollar respuesta en el suplicio;

 

por eso el corazón sólo se muere

revolviendo el recuerdo con el llanto

o ahogando ese recuerdo en algún vicio.