Tus labios me saben a verde hinojo,
a fresco sabor de un goloso instante
de azúcar que acaricia tu sonrojo.
Un beso tuyo es rocío del tiempo
que imborrable navega en el presente
y viste de sedas tu frágil cuerpo.
Tu aroma a nubes me lleva volando
donde el orto bendice el horizonte
de un mar azul de pétalos flotando.
Te desnudas en la playa rosada,
en la noche del viento confidente;
y soñamos nuestra luna soñada.